Punta Patillos, una de las playas más hermosas de Áncash
18.03.2013 19:41
IÑIGO MANEIRO
Abigaíl y Miguel, dos fotógrafos limeños, me cuentan que todo estaba muerto. Los bomberos, como se les llama a los pescadores que usan dinamita para sus faenas de pesca, habían arrasado con la fauna marina, la playa era un inmenso basural, y las aves acabaron buscando otros lugares donde vivir tranquilas. En las localidades cercanas el sitio era conocido como Playa Muerta.
Eso fue hace cinco años, ahora miro alrededor desde el bungalow donde estoy sentado, y veo una de las playas más hermosas que he visitado. Durante esos años, estos amigos junto a los ingenieros pesqueros Olga y Rodrigo, se dedicaron a recoger la basura, a hablar con pescadores, policías y colegios, y a levantar dos alojamientos de piedra y madera enclavados en la peña sur de la playa.
Estoy a la altura del kilómetro 318, en el distrito Culebras del departamento de Áncash. En este punto se toma un camino afirmado que cuatro kilómetros después llega a un mar apacible y azul, a una playa con forma de luna en cuarto creciente y a los dos bungalows blancos: estoy en Punta Patillos. En ellos encuentro todo lo que necesito para pasar unos días, además de lugares acondicionados para levantar carpas. La comida la llevo yo, aunque me encuentro con varios pescadores, que dejaron la dinamita y regresaron al cordel y la red, que me ofrecen chita, lenguado y calamar.
Más al norte también está La Balsa, el restaurante de carretera que el señor Luyo levantó hace 43 años y en el que siempre paro. Está en el kilómetro 347, junto a la Panamericana. Ahí ofrecen el mejor pulpo al olivo y sudado de mero que uno puede comer en muchísimos kilómetros a la redonda.
Con mis amigos viajamos por los alrededores de Punta Patillos. Subimos a los cerros, recorremos las dunas de colores, nadamos en el mar, fotografiamos aves y rocas con forma de cara humana, rodeados de luz y de silencio. A la noche comemos nuestros pescados a la parrilla mientras observamos la luna y las estrellas desde nuestras hamacas. Es un lugar para solitarios, parejas, amantes, familias, pescadores, campistas, kayakistas y todo aquel que ame la vida simple y bella.
¿Cómo llegar?
Auto: Kilómetro 318 de la Panamericana norte, a unas cuatro horas de Lima. Desvío de cuatro kilómetros por pista afirmada en buen estado hasta Punta Patillos.
Bus: Muchas compañías de ómnibus que viajan al norte hacen parada en Huarmey. Desde este lugar salen colectivos que llevan a los pasajeros a Culebras y Punta Patillos. También es posible fletar una movilidad particular por un precio entre los 25 – 35 soles.
¿Qué llevar?
- Los bungalows están implementados con todo lo necesario para la cocina, además de contar con hornos y parrillas.
- Comida y agua.
- Linterna.
- Bloqueador solar.
- Implementos para la playa.
Fuente: El Comercio