IGLESIA SAN PEDRO
Foto tomada por HazTurismoPeruano el 02/Jul/2016.
Dirección : |
Jr. Ancash (Calle San Francisco) cuadra 3, Cercado de Lima - Lima - Perú |
Horario de Misas : |
Lunes a Sábado: 8 y 9 a.m., 12 m, 6 y 7:30 p.m. Domingo: 8, 9, 10 y 11 a.m. 1 y 6:00 p.m. |
TARIFA :
|
Gratuita. |
Historia
Desde sus inicios la iglesia tuvo de titulares a los apóstoles San Pedro y San Pablo. Fue llamada por el nombre del titular del Colegio hasta el año 1770 en que, tras el extrañamiento de los jesuitas, entregaron el colegio a los padres filipenses, quienes trasladaron el Hospital de San Pedro a este local. Entonces el nombre de San Pablo fue también desterrado, aunque la titularidad continúa.
Hasta el año 1763, los padres y hermanos de la Compañía fueron embelleciendo y enriqueciendo la iglesia con valiosos ornamentos y alhajas, hasta que Carlos III, rey de España, decretó la expulsión de los jesuitas de todos sus dominios. La iglesia de San Pablo fue inmediatamente despojada de toda la platería, de los ornamentos, objetos litúrgicos y todo lo que reluciera como joya. La depredación alcanzó también a las pinturas, quedando únicamente algunas de gran formato.
Cuando llegaron los padres del Oratorio de San Felipe Neri como nuevos poseedores, hallaron la iglesia expoliada, pero su fisonomía arquitectónica y la disposición interna seguía siendo la misma. Sin embargo, comenzaron a deformarla a principios del siglo XIX. Primero reemplazaron el retablo barroco del altar Mayor por el actual retablo neoclásico, por obra y gracia del presbítero Matías Maestro. Años más tarde levantaron un nuevo altar en el crucero de la derecha, formando esquina con el de San Ignacio.
Un largo siglo después de perder la propiedad, a finales del siglo XIX, a instancias del presidente Iglesias, retornaron los jesuitas a hacerse cargo de la iglesia. También ellos introdujeron cambios, como otro altar -par del anterior, para no ser menos- en el crucero de enfrente y el arco abierto junto a San Ignacio; hicieron la intrusión de un coro de dudosa estética con un pesado órgano de tubos.
Afortunadamente, el historiador jesuita Rubén Vargas Ugarte (1886-1975), tras largos años de investigación, trabajó por devolver en parte a San Pedro alguna sombra de su esplendor antiguo. La gratitud de la Lima celosa de su tradición artística, lo tiene en cuenta.
Pinacoteca
La pinacoteca de San Pedro está conformada por una limitada cantidad de lienzos que la comunidad jesuita ha logrado preservar. Felizmente se conservan tres cuadros del hermano Bernardo Bitti, como otros de Bartolomé Román y Cristóbal de Lozano.
Es natural que el deterioro atribuible al tiempo transcurrido desde el establecimiento de la Compañía de Jesús en el Perú haya ocasionado daños a esos lienzos. Pero también debe decirse que la cuidadosa atención que muchos ejemplares del patrimonio artístico ha recibido tanto de los propios jesuitas cuanto, de la Fundación Ignacia Rodulfo de Canevaro, del Banco de Crédito del Perú y de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), ya sea "conservando" como restaurando esos cuadros, permiten mostrar una hermosa y significativa imagen de lo que poseyera originalmente San Pedro en lienzos, tallas de imágenes y retablos.
Entre los autores más notables podemos mencionar a BERNARDO BITTI, en el cual luego nos detendremos, y JUAN DE VALDES LEAL, otro de los pintores más importantes del siglo XVII, cuya obra enriquece la colección de San Pedro de Lima. Valdes Leal nació en Sevilla en 1622 y estuvo muy vinculado al pensamiento jesuítico, el cual constituyó para él una importante fuente de inspiración. Residiendo en su ciudad natal, hacia 1665 recibió un encargo para realizar una serie de cuadros de grandes dimensiones de la vida de San Ignacio de Loyola, que son lo que hoy podemos contemplar en esta pinacoteca de San Pedro, óleos que provocan admiración pues conforman una de las dos más grandes y extensas series pintadas sobre lienzo en el siglo diecisiete, así como por su alta calidad.
Fuente textual: Iglesia San Pedro de Lima