Declaran Patrimonio Cultural de Nación a la Festividad en honor a los Niños Callaocarpino y Jacobo Illanes de Huancavelica

26.12.2015 14:54
 
El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a La Festividad en honor a los Niños Callaocarpino y Jacobo Illanes del distrito, provincia y región de Huancavelica, por ser una expresión de fe y religiosidad que da testimonio de los complejos procesos históricos de interacción entre la población indígena y africana ocurridos en la zona, constituyéndose al mismo tiempo en un mecanismo de renovación de la memoria colectiva y afirmación de la identidad huancavelicana.
 
La Festividad en honor a los Niños Callaocarpino y Jacobo Illanes se celebra entre el 30 de diciembre y el 2 de enero, congregando devotos y residentes de la ciudad de Huancavelica y la comunidad campesina de Santa Bárbara, quienes se trasladan al antiguo pueblo de Chaccllatacana, en las cercanías de la antigua mina de mercurio de Santa Bárbara, para expresar su devoción a ambas imágenes y recibir el año nuevo. Cabe resaltar que este poblado permanece prácticamente abandonado el resto del año, reforzando así el sentido histórico de presencia sobre un territorio que se extiende hasta el anexo de Callaocarpa.
 
Los orígenes de la fiesta se remiten a diferentes relatos orales de la zona que mencionan la presencia de dos niños, un pastor moreno llamado Jacobo Illanes y un niño rubio y blanco llamado Callaocarpino. Estos niños se llegan a conocer en el anexo de Callaocarpa, haciéndose amigos, para luego convertirse en piedra cerca de Santa Bárbara al ser seguidos por los padres del niño Jacobo Illanes.
 
De acuerdo a una versión local del relato, ambos niños aparecieron un día jugando en la pampa de Chaccllatacana, cargados de joyas. Su presencia generó la curiosidad de los pobladores, quienes trataron de acercarse para preguntarles sobre su origen, pero estos se alejaron y desaparecieron. Luego de esto se construyeron en su honor las imágenes de Jacobo Illanes y Niño Callaocarpino.
 
Durante la festividad, destaca la presencia de la cuadrilla de negritos integrada por una variedad de personajes como el caporal, abre campo o waqra senga, padre de los negritos; y María Rosa o Marica, esposa del caporal y madre de los negritos, personaje usualmente representado por un varón.
 
La imagen del Niño Callaocarpino representa al niño Jesús, mientras que la de Jacobo Illanes simboliza al esclavo de la época colonial que se encargaba del pastoreo. El cuerpo de ambas imágenes está elaborado de maguey recubierto con pasta en la superficie. El Niño Callaocarpino cuenta con ojos de vidrio y está vestido con un traje con blondas y bordados con motivos florales y religiosos. La imagen de Jacobo Illanes puede ir vestida con traje de doctor, estudiante, chopcca, entre otros. Sin embargo, suele llevar camisa y saco, pantalón, rosario, zapatos y un protector o sombrero.
 
La festividad en honor a los Niños Callaocarpino y Jacobo Illanes ha experimentado transformaciones en dos aspectos significativos. Por un lado en la representación de la danza de negritos y en la celebración del toro puqllay. De acuerdo a los relatos recogidos por Sergio Quijada, anteriormente, se representaba el atipanakuy de danza de tijeras y se realizaba el yawar fiesta.
 
Otro aspecto a resaltar es que uno de los Niños venerados sea moreno y que la danza de los Negritos haya prevalecido por encima de expresiones de arraigo local como la Danza de Tijeras, lo que supone un mecanismo de apropiación simbólica del espacio que se reaviva a través de la fe y religiosidad de los habitantes de la comunidad de Santa Bárbara, constituyendo un testimonio de los procesos de encuentro, intercambio y adaptación entre dos poblaciones culturalmente diferenciadas.
 
La Resolución Viceministerial Nº 185-2015-VMPCIC-MC, fue publicada en el diario El Peruano y aparece suscrita por el viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Juan Pablo de la Puente.