12.06.2019 20:40
El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación al Atipanakuy Navideño de la provincia de Huanca Sancos (Ayacucho), forma de música y danza practicada principalmente durante el mes de diciembre, como parte de las festividades de adoración a la imagen del Niño Jesús.
La Resolución Viceministerial N° 095-2019-VMPCIC-MC publicada este domingo en el diario oficial "El Peruano" señala que el Atipanakuy es "resultado de un extenso proceso de intercambio en el marco de contextos históricos de resistencia cultural, que se expresa hoy en las fiestas de la Navidad y la Bajada de Reyes, como en las celebraciones vinculadas a la Virgen de la Asunción y a la Virgen de la Encarnación", siendo actualmente símbolo de la identidad cultural de la provincia ayacuchana.
El término atipanakuy es un vocablo quechua que refiere a la idea de enfrentamiento, entre dos o más pares, enfocado no en la búsqueda de vencedores sino en la competencia, como momento de intercambio. En ese sentido, el Atipanakuy Navideño que se practica en la provincia de Huanca Sancos, junto a expresiones como las danzas de competencia en la provincia de Lucanas -tales como el agosto haylliq en la fiesta del agua y la waylía en la Navidad- configuran un grupo de prácticas musicales y dancísticas con características compartidas a nivel de contextos festivos de representación, estructura musical y coreográfica, así como relatos de origen.
Es importante destacar que en la provincia de Huanca Sancos el término atipanakuy es usado para hacer referencia a la expresión en su conjunto antes que sólo a momentos específicos de competencia. Además, el Atipanakuy navideño de la provincia de Huanca Sancos exhibe particularidades a nivel de vestuario, pasos de zapateo y tonadas musicales.
Las comparsas o cuadrillas del Atipanakuy Navideño están incorporadas en la estructura social de cada localidad donde es representado; y se componen de diversos personajes y danzantes. En primer lugar, destacan los huamangos o wamangos, personajes que encabezan a la comparsa y que representan a los comerciantes de Huamanga. En segundo lugar, los awichakuna o abuelos, personajes jorobados y que llevan un bastón, representando a los danzantes retirados y de mayor edad. En tercer lugar, están los danzantes varones y mujeres jóvenes conocidos respectivamente como pastores y guiadoras, y que constituyen el bloque más numeroso de cada comparsa. Finalmente están los willka, interpretados por niños y niñas de hasta doce años de edad, a los que se considera aprendices de danzantes y continuadores de la tradición.
La música que acompaña el Atipanakuy Navideño de Huanca Sancos es ejecutada por un conjunto compuesto por un arpista y un violinista, aunque antiguamente esta habría sido ejecutada con un instrumento denominado cauca, un arco de boca hecho con una varilla arqueada de maguey atada con un hilo tensado de cabuya o nylon.
Por otro lado, el zapateo o positivo se caracteriza precisamente por el zapateo realizado al bailar. Este puede variar en ciertas características, dependiendo del distrito donde es practicado. Por ejemplo, el zapateo de la capital de Huanca Sancos utiliza giros eventuales de 360 grados durante el baile, el zapateo de Santiago de Lucanamarca hace un mayor énfasis en el uso de ambos pies mientras que en el distrito de Sacsamarca se intercala el zapateo con ciertos pasos usados durante la pasada.
El zapateo practicado en la provincia de Huanca Sancos posee características propias que se observan en sus cuatro distritos, y que lo diferencian de otras expresiones similares. Las diferencias se expresan principalmente por la forma en que los bailarines llevan con los pies la melodía de las tonadas, llevando no solo la parte rítmica sino también la melódica con los pies. Así mismo, el zapateo de la provincia de Huanca Sancos suele ser menos acrobático que el de las zonas aledañas, centrándose más en la habwww.gob.pe/culturailidad del danzante con los pies, sin levantarlos demasiado.
DATOS
· La provincia de Huanca Sancos se encuentra ubicada en la zona central del departamento de Ayacucho. Fue fundada oficialmente el 20 de setiembre de 1984 mediante Ley N° 23928, separándose de la provincia de Víctor Fajardo. La provincia es atravesada por el río Caracha, en cuya cuenca se encuentran la mayoría de capitales distritales y centros poblados en los que se practica el Atipanakuy.
· Debido a que su práctica también tiene lugar en otras fechas y contextos festivos a lo largo del año, el Atipanakuy adopta distintas denominaciones locales. Así, en los distritos de Santiago de Lucanamarca y Sancos, especialmente en sus capitales, es representado durante la festividad de Bajada de Reyes, en enero; y de la Virgen de la Encarnación en marzo. El distrito de Sacsamarca y el centro poblado de Taulli, en el distrito de Carapo, también son escenarios del Atipanakuy durante esta última festividad.
· Sobre el origen del Atipanakuy, el expediente presentado recurre a dos relatos. Por un lado la festividad incaica del Qhapaq Raymi, descrita por cronistas como Guamán Poma de Ayala y Cristóbal de Molina, consistente en un ritual de pasaje para jóvenes que involucraba pruebas de destreza y que tenía lugar en el solsticio de verano en diciembre. Y, por otro lado, el Taki onqoy, movimiento social y religioso que se extendió entre las actuales provincias del sur ayacuchano en la segunda mitad del siglo XVI, promoviendo el retorno de la adoración a las huacas que había sido prohibido por los españoles.
Fuente: Ministerio de Cultura
El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación al Atipanakuy Navideño de la provincia de Huanca Sancos (Ayacucho), forma de música y danza practicada principalmente durante el mes de diciembre, como parte de las festividades de adoración a la imagen del Niño Jesús.
La Resolución Viceministerial N° 095-2019-VMPCIC-MC publicada este domingo en el diario oficial "El Peruano" señala que el Atipanakuy es "resultado de un extenso proceso de intercambio en el marco de contextos históricos de resistencia cultural, que se expresa hoy en las fiestas de la Navidad y la Bajada de Reyes, como en las celebraciones vinculadas a la Virgen de la Asunción y a la Virgen de la Encarnación", siendo actualmente símbolo de la identidad cultural de la provincia ayacuchana.
El término atipanakuy es un vocablo quechua que refiere a la idea de enfrentamiento, entre dos o más pares, enfocado no en la búsqueda de vencedores sino en la competencia, como momento de intercambio. En ese sentido, el Atipanakuy Navideño que se practica en la provincia de Huanca Sancos, junto a expresiones como las danzas de competencia en la provincia de Lucanas -tales como el agosto haylliq en la fiesta del agua y la waylía en la Navidad- configuran un grupo de prácticas musicales y dancísticas con características compartidas a nivel de contextos festivos de representación, estructura musical y coreográfica, así como relatos de origen.
Es importante destacar que en la provincia de Huanca Sancos el término atipanakuy es usado para hacer referencia a la expresión en su conjunto antes que sólo a momentos específicos de competencia. Además, el Atipanakuy navideño de la provincia de Huanca Sancos exhibe particularidades a nivel de vestuario, pasos de zapateo y tonadas musicales.
Las comparsas o cuadrillas del Atipanakuy Navideño están incorporadas en la estructura social de cada localidad donde es representado; y se componen de diversos personajes y danzantes. En primer lugar, destacan los huamangos o wamangos, personajes que encabezan a la comparsa y que representan a los comerciantes de Huamanga. En segundo lugar, los awichakuna o abuelos, personajes jorobados y que llevan un bastón, representando a los danzantes retirados y de mayor edad. En tercer lugar, están los danzantes varones y mujeres jóvenes conocidos respectivamente como pastores y guiadoras, y que constituyen el bloque más numeroso de cada comparsa. Finalmente están los willka, interpretados por niños y niñas de hasta doce años de edad, a los que se considera aprendices de danzantes y continuadores de la tradición.
La música que acompaña el Atipanakuy Navideño de Huanca Sancos es ejecutada por un conjunto compuesto por un arpista y un violinista, aunque antiguamente esta habría sido ejecutada con un instrumento denominado cauca, un arco de boca hecho con una varilla arqueada de maguey atada con un hilo tensado de cabuya o nylon.
Por otro lado, el zapateo o positivo se caracteriza precisamente por el zapateo realizado al bailar. Este puede variar en ciertas características, dependiendo del distrito donde es practicado. Por ejemplo, el zapateo de la capital de Huanca Sancos utiliza giros eventuales de 360 grados durante el baile, el zapateo de Santiago de Lucanamarca hace un mayor énfasis en el uso de ambos pies mientras que en el distrito de Sacsamarca se intercala el zapateo con ciertos pasos usados durante la pasada.
El zapateo practicado en la provincia de Huanca Sancos posee características propias que se observan en sus cuatro distritos, y que lo diferencian de otras expresiones similares. Las diferencias se expresan principalmente por la forma en que los bailarines llevan con los pies la melodía de las tonadas, llevando no solo la parte rítmica sino también la melódica con los pies. Así mismo, el zapateo de la provincia de Huanca Sancos suele ser menos acrobático que el de las zonas aledañas, centrándose más en la habilidad del danzante con los pies, sin levantarlos demasiado.
DATOS
· La provincia de Huanca Sancos se encuentra ubicada en la zona central del departamento de Ayacucho. Fue fundada oficialmente el 20 de setiembre de 1984 mediante Ley N° 23928, separándose de la provincia de Víctor Fajardo. La provincia es atravesada por el río Caracha, en cuya cuenca se encuentran la mayoría de capitales distritales y centros poblados en los que se practica el Atipanakuy.
· Debido a que su práctica también tiene lugar en otras fechas y contextos festivos a lo largo del año, el Atipanakuy adopta distintas denominaciones locales. Así, en los distritos de Santiago de Lucanamarca y Sancos, especialmente en sus capitales, es representado durante la festividad de Bajada de Reyes, en enero; y de la Virgen de la Encarnación en marzo. El distrito de Sacsamarca y el centro poblado de Taulli, en el distrito de Carapo, también son escenarios del Atipanakuy durante esta última festividad.
· Sobre el origen del Atipanakuy, el expediente presentado recurre a dos relatos. Por un lado la festividad incaica del Qhapaq Raymi, descrita por cronistas como Guamán Poma de Ayala y Cristóbal de Molina, consistente en un ritual de pasaje para jóvenes que involucraba pruebas de destreza y que tenía lugar en el solsticio de verano en diciembre. Y, por otro lado, el Taki onqoy, movimiento social y religioso que se extendió entre las actuales provincias del sur ayacuchano en la segunda mitad del siglo XVI, promoviendo el retorno de la adoración a las huacas que había sido prohibido por los españoles.El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación al Atipanakuy Navideño de la provincia de Huanca Sancos (Ayacucho), forma de música y danza practicada principalmente durante el mes de diciembre, como parte de las festividades de adoración a la imagen del Niño Jesús.
La Resolución Viceministerial N° 095-2019-VMPCIC-MC publicada este domingo en el diario oficial "El Peruano" señala que el Atipanakuy es "resultado de un extenso proceso de intercambio en el marco de contextos históricos de resistencia cultural, que se expresa hoy en las fiestas de la Navidad y la Bajada de Reyes, como en las celebraciones vinculadas a la Virgen de la Asunción y a la Virgen de la Encarnación", siendo actualmente símbolo de la identidad cultural de la provincia ayacuchana.
El término atipanakuy es un vocablo quechua que refiere a la idea de enfrentamiento, entre dos o más pares, enfocado no en la búsqueda de vencedores sino en la competencia, como momento de intercambio. En ese sentido, el Atipanakuy Navideño que se practica en la provincia de Huanca Sancos, junto a expresiones como las danzas de competencia en la provincia de Lucanas -tales como el agosto haylliq en la fiesta del agua y la waylía en la Navidad- configuran un grupo de prácticas musicales y dancísticas con características compartidas a nivel de contextos festivos de representación, estructura musical y coreográfica, así como relatos de origen.
Es importante destacar que en la provincia de Huanca Sancos el término atipanakuy es usado para hacer referencia a la expresión en su conjunto antes que sólo a momentos específicos de competencia. Además, el Atipanakuy navideño de la provincia de Huanca Sancos exhibe particularidades a nivel de vestuario, pasos de zapateo y tonadas musicales.
Las comparsas o cuadrillas del Atipanakuy Navideño están incorporadas en la estructura social de cada localidad donde es representado; y se componen de diversos personajes y danzantes. En primer lugar, destacan los huamangos o wamangos, personajes que encabezan a la comparsa y que representan a los comerciantes de Huamanga. En segundo lugar, los awichakuna o abuelos, personajes jorobados y que llevan un bastón, representando a los danzantes retirados y de mayor edad. En tercer lugar, están los danzantes varones y mujeres jóvenes conocidos respectivamente como pastores y guiadoras, y que constituyen el bloque más numeroso de cada comparsa. Finalmente están los willka, interpretados por niños y niñas de hasta doce años de edad, a los que se considera aprendices de danzantes y continuadores de la tradición.
La música que acompaña el Atipanakuy Navideño de Huanca Sancos es ejecutada por un conjunto compuesto por un arpista y un violinista, aunque antiguamente esta habría sido ejecutada con un instrumento denominado cauca, un arco de boca hecho con una varilla arqueada de maguey atada con un hilo tensado de cabuya o nylon.
Por otro lado, el zapateo o positivo se caracteriza precisamente por el zapateo realizado al bailar. Este puede variar en ciertas características, dependiendo del distrito donde es practicado. Por ejemplo, el zapateo de la capital de Huanca Sancos utiliza giros eventuales de 360 grados durante el baile, el zapateo de Santiago de Lucanamarca hace un mayor énfasis en el uso de ambos pies mientras que en el distrito de Sacsamarca se intercala el zapateo con ciertos pasos usados durante la pasada.
El zapateo practicado en la provincia de Huanca Sancos posee características propias que se observan en sus cuatro distritos, y que lo diferencian de otras expresiones similares. Las diferencias se expresan principalmente por la forma en que los bailarines llevan con los pies la melodía de las tonadas, llevando no solo la parte rítmica sino también la melódica con los pies. Así mismo, el zapateo de la provincia de Huanca Sancos suele ser menos acrobático que el de las zonas aledañas, centrándose más en la habilidad del danzante con los pies, sin levantarlos demasiado.
DATOS
· La provincia de Huanca Sancos se encuentra ubicada en la zona central del departamento de Ayacucho. Fue fundada oficialmente el 20 de setiembre de 1984 mediante Ley N° 23928, separándose de la provincia de Víctor Fajardo. La provincia es atravesada por el río Caracha, en cuya cuenca se encuentran la mayoría de capitales distritales y centros poblados en los que se practica el Atipanakuy.
· Debido a que su práctica también tiene lugar en otras fechas y contextos festivos a lo largo del año, el Atipanakuy adopta distintas denominaciones locales. Así, en los distritos de Santiago de Lucanamarca y Sancos, especialmente en sus capitales, es representado durante la festividad de Bajada de Reyes, en enero; y de la Virgen de la Encarnación en marzo. El distrito de Sacsamarca y el centro poblado de Taulli, en el distrito de Carapo, también son escenarios del Atipanakuy durante esta última festividad.
· Sobre el origen del Atipanakuy, el expediente presentado recurre a dos relatos. Por un lado la festividad incaica del Qhapaq Raymi, descrita por cronistas como Guamán Poma de Ayala y Cristóbal de Molina, consistente en un ritual de pasaje para jóvenes que involucraba pruebas de destreza y que tenía lugar en el solsticio de verano en diciembre. Y, por otro lado, el Taki onqoy, movimiento social y religioso que se extendió entre las actuales provincias del sur ayacuchano en la segunda mitad del siglo XVI, promoviendo el retorno de la adoración a las huacas que había sido prohibido por los españoles.